Ciclo de la violencia

 El círculo de la violencia es un modelo/ concepto desarrollado por la psicóloga norteamericana Lenore E. Walker (1979), quien planteó que la violencia contra las mujeres aumenta de forma cíclica o en espiral ascendente, especialmente la ejercida por sus parejas.


De acuerdo con la autora, existen tres fases en este ciclo ascendente, que son:

  1. Fase de tensión: Se caracteriza por una escalada en la fricción y los conflictos en la pareja. Comienza por una expresión de hostilidad, pero no en forma explosiva; la persona violentada intenta calmar, disminuir, complacer o evitar las molestias a su agresor, tratando de controlar la situación. Esta es la fase más difícil de identificar, su elemento principal es la violencia psicológica, en la cual el agresor manifiesta cada vez mayor irritabilidad, intolerancia y frustración: insulta, aísla, crítica, humilla, responsabiliza de su estado de ánimo, cela, deja de hablar, discute y no te permite hablar, entre otras cosas.

  2. Fase de agresión:  Es el resultado de la tensión acumulada. Se pierde toda posibilidad de comunicación con el agresor y descarga sus tensiones mediante expresiones visibles y/o explosivas de violencia. Después del incidente violento, es posible que el mismo agresor procure o cuide las lesiones de su víctima o la lleve al hospital argumentando que se trató de un “accidente” (en ocasiones manteniendo la culpa en la persona agredida). Es en este momento en que se hace totalmente visible la agresión, la persona vulnerada tiene pruebas para denunciar y motivación para solicitar ayuda y terminar el abuso, sin embargo, el temor puede impedir que ésta tome las acciones pertinentes.

  1. Fase de conciliación o luna de miel: El hombre violento suele mostrar arrepentimiento y pedir perdón, hace promesas de cambio y muestra afecto exacerbado, en este momento suelen aparecer los regalos e incluso una falsa iniciativa de cambio. Tras el cambio aparente, la mujer puede creer y/o justificar a su pareja y permanecer a su lado, pasando por alto el episodio violento. En esta fase se inicia un periodo de reconciliación, el agresor se muestra arrepentido, no por el hecho de haber estallado sino por haberse excedido en la manera de hacerlo, pide disculpas y promete que el incidente no volverá a suceder. 

Es relevante tener en cuenta que si bien esto es explicado como un circulo, realmente corresponde a una espiral, que a medida que avanza, no solo asevera el nivel y tipo de violencia utilizado, si no que en ocasiones se suele incluso eliminar la etapa de Luna de Miel o conciliación, resultado esto ultimo en consecuencias cada vez mas peligrosas para la victimas. 


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